martes, 29 de diciembre de 2009

Razones(:

Capitulo 1:

POV : Chiristian Stephan Mckarney Ross [Jess]

Mama ha muerto, no cumplio con la tarea que le habian acordado, era de suma importancia, ya que aquella persona que debia desaparecer era una gran amenaza; papa bueno ni hablar, es el tipo de padres que no tienen comunicación, severamente frio, creci con el durante mi adolescencia, mama murio cuando yo tenia 13, ahora tengo 17 años, se supone que debi cumplir con la tarea que se me acordo, pero hize lo mismo que mama, nos habian entregado a la misma persona, yo no entendia porque ella no lo hizo si lo habia estado haciendo durante decadas, pero ahora me daba cuenta, ahí excepciones, casos diferentes, pero a diferencia de ella, los maximos del clan habian tomado una decisión aun mas dolorosa que la simple muerte… exciliarme.
No tengo todos los poderes que tenia antes, ahora solo puedo mostrarme tal cual soy cuando alguien en verdad esta en problemas; tengo un hermano el se llama Liam, el ahora esta en otro lugar, tambien fue exciliado, pero no por las mismas razones que yo, sino porque simplemense te nego por completo a asecinar a cualquier persona sea quien sea, yo por el contrario solo me habia segado una sola vez; asi es… somos asecinos.
No tenia nada, me habian encomendado a una familia humana a vivir haci hasta mi muerte, pero jamás moriria, soy inmortal, esa familia me habia adoptado, ellos sabian mi secreto pero por su propio bien lo mantendrian callado, yo toco el violin, no estoy dispuesto a dejar de tocarlo, pero ellos me dijeron que la unica condicion es que como cualquier chico normal valla a clases, tanto de preparatoria, como de música.
Era el primer dia, no fui, pero no iba a faltar a clases de piano, no podia mantenerme separado de el, al igual que del violin.
Al llegar escuche a lo lejos un piano, era hipnotizante, segui la melodia, la conocia a la perfeccion, estaba en una pequeña sala vacia, solitaria, una chica, solo la pude observar de espaldas, pero esa cancion estaba escrita para dos, asi que yo me acerque y me sente a su lado derecho, ambos tocabamos como uno solo, era simplemente perfecto, no la habia visto a la cara, pero que importaba, por primera vez desde que naci, era completamente feliz, no se muy bien que pasaba por su cabeza, pero estaba seguro de que sentia lo mismo que yo, al terminar casi la cancion, ella volteo hacia mi, en cuanto la vi, era como si mi corazon estallara, habia una gran decepcion, pero no porque no tuviera mucha gracia, que va si ella era hermosa, superaba mis espectativas, si no porque era aquella chica que me habian encargado matar, la culpable de mi excilio, la dueña de mi felicidad…

link de la cancion

POV Melanie Abril Soberanis Ross [Hillary]
La debil luz que se filtraba por la cortina transparente me hizo despertar, aun tenía sueño. El reloj despertador que estaba en la mesita de mi desordenada habitación marcaba exactamente las doce en punto, me faltaban dos horas para mi primer día de clase. Dos horas. Me dí la vuelta para dormir esas dos pequeñas horas restantes pero la luz no me dejaba así que me puse la almohada sobre la cabeza.

Por mi mente pasaban recuerdos de todo tipo, comenzando desde que me mude aquí; cuando yo nací el cuatro de abril, mi papá dejo a mi mamá en la clinica por asuntos de trabajo, ella nunca se lo perdono y desde entonces no se hablan. Todos los domingos salgo con él, a mi mamá no le agrada mucho, pero de todas formas siguía siendo mi papá, ella lo quisiera o no, gracias a eso nos mudamos aquí. Un lugar con clima lluvioso, para una persona como yo que le encanta la lluvia era perfecto, el olor, el sabor, las caricias que te hacía al rozar tu piel, esa simple agua que caía del cielo me fascinaba. Poco a poco sentí como el sueño se apoderaba de mi, sentía como iba abandonando mi habitación para irme al país de los sueños, sentí... como mi mamá me gritaba desde el primer piso que me levantara. Salí de la cama con mas desgana de lo habitual, el mayor tiempo dormía hasta cuando yo quisiera, pero hoy era el primer día de clases. Genial. Al salir de mi cuarto cerré la puerta y baje de dos en dos las escaleras mientras se escuchaban los crujidos de la madera cada ves que pisaba, oliendo el delicioso aroma de panqueques. Pase de largo la cocina hasta llegar al lavadendero donde estaba mi toalla, la tomé y subí las escaleras.
Al abrir la llave del agua caliente, el vapor tan reconfortante que salía por arriba de la pareducha me pareció lo mejor de este mundo, me metí al desvestirme y abrí solo un poco el aguafría.
No había planeado que me pondría, así que decidí ponerme algo ni tan sencillo, ni tan escandaloso. Me puse una vestido con un pantalon de jean abajo y unos convers, amaba los convers, despues de todo, iría a clases de musica. Baje las escaleras de nuevo, pase otra ves por la cocina y el aroma era delicioso, deje la toalla donde iba en el lavandero y me apresure a probar el delicioso aroma de esos panqueques.

-Hola ma - la salude mientras agarraba el primero con miel.
-Hola hija ¿Como te preparas?
-Bien.

Ahi acabo nuestra conversacion, me comí uno solo ya que iba tarde. Al salir de la casa caía una leve llovizna que al llegar ceso. Por fuera la escuela se veía inmensa, todos me miraban pero yo los ignore, entre a ver como era por dentro. Mire cada salon hasta que vi uno con un enorme piano, no pude evitar las ganas de ir a tocarlo así que entre. Primero lo acaricie, era fino, costoso, no se comparaba al desbaratado que yo tenía en casa. Me senté a tocar mi melodía favorita. Escuche como alguien habría la puerta, despues sentí como alguien se sentaba a mi lado derecho, no levante la cara mientras tocabamos juntos. Me sentía felíz, esa persona que tocaba junto a mi me hacía felíz. Antes de que terminara por completo la canción lo mire, era un muchacho, hermoso a simple vista ojos marrones que transmitian algo que no entendí muy bien. Antes de preguntarle quien era, o al menos presentarme, se levantó y se fue. Me pareció que todo había pasado demasiado rapido, la melodía duraba cinco minutos y el había llegado cuando ya yo llevaba tres tocando, esos dos minutos junto a ese extraño, me parecieron perfectos.